Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de las Lágrimas
En 1946 comenzaría a promoverse, de manos de un grupo de jóvenes, la creación de la cofradía que como pasaba en otras provincias, aglutinase al grupo estudiantil. En un principio los iniciadores de la propuesta pensaron en una advocación de la Entrada de Jesús en Jerusalén, pero como surgía en esos precisos instantes un proyecto de este corte, dirigieron sus deseos hacia una imagen de un Cristo que sabían que albergaba el convento de Santa Clara y que ocasionalmente había sido procesionado por la Vera-Cruz. Iniciaron las gestiones para contar con esta imagen, y con la de una Virgen que había en el Convento de las Carmelitas Delscalzas. Su primera estación de penitencia la realizaría la cofradía en el año 1947 desde el convento de Santa Clara y ese mismo año se iniciaron los trámites para adquirir una Virgen, ya que para procesionar a la anteriormente citada, solo consiguieron el permiso para un año. Tras varios cambios en el lugar de su salida, finalmente la cofradía consiguió su sueño de instalarse en el casco antiguo y desde los años ochenta lo hace de la Merced.
Iglesia de La Merced. La iglesia se constituye en el antiguo convento de Nuestra Señora de la Merced. Su estructura se distingue por dos etapas cronológicas, el claustro y las dependencias adjuntas, más antiguas, y el templo en sí mismo, que data del XVIII
Cruz de guía arbórea, réplica de la del Señor, de José Miguel Tirao Carpio (2005) con INRI de Francisco Carrillo Rodríguez. Simpecado con bordados de principios del SIGLO XX, restaurado por Javier García Molina en 1994. Bandera original del desaparecido Colegio de San Agustín (Hermano Mayor Honorario de la Cofradía), estandarte corporativo sobre terciopelo negro, de Juan Carlos Colmenero Andreu (2005).
Todo el recorrido es bello, por la devoción que Jaén siente por estas imágenes. No obstante, la salida es muy recomendable, por el entorno donde se produce y detalles especiales, como la tuna universitaria distrito de Jaén, que, de espaldas, le canta a Nuestra Señora de las Lágrimas mientras abandona la Plaza de la Merced.