La caridad


Real Hermandad y Cofradía del Señor de la Caridad

La limosna para el rescate de los cautivos, el enterramiento de los ajusticiados, el mantenimiento de los huérfanos y las viudas y la colaboración en las casas de salud constituyeron durante algunos siglos los ejes que vertebraban el programa de la cofradía del Señor de la Caridad. De hecho, en los primeros estatutos de esta hermandad hospitalaria, fundada en el siglo XV, se subrayan las la labores de carácter social y sitúan en un apartado completamente marginal las de índole religioso o de devoción al titular. Aunque no existe una fecha concreta sobre la fundación de la cofradía, diversos escritos coinciden en apuntar al siglo XV, más concretamente al año 1469. Sin embargo, sucesivas crisis llevan a su desaparición, que dura hasta que en 1939 se refunda la hermandad.

Parroquia de San Francisco y San Eulogio. Este templo correspondió al desaparecido convento de San Pedro el Real, una fundación de Fernando III que estuvo en manos de los franciscanos hasta las desamortizaciones del siglo XIX.

Cruz de guía, en plata, de Manuel Aumente (1941) con faroles, en plata, de Díaz Roncero (1958). Bocinas en alpaca plateada de Herrera (1956). Estandarte con el escudo bordado en seda y oro por las Madres Adoratrices (1944-45). Estandarte de la hermandad en terciopelo negro y raso rojo con bordados en oro, plata, seda y tisú de las Madres Adoratrices, escoltado por nazarenos vestidos con dalmáticas que reproducen sus escudos de armas. Pendones de Enrique IV, Juan II (1986) y Juana I (1987) de los talleres de Pozo-Aguayo.

Tanto la salida como la entrada a la parroquia de San Francisco ofrecen estampas bellas y es ahí donde la cofradía exhíbe sus mayores galones. El acompañamiento musical del Tercio Gran Capitán de la Legión también le confiere un carácter singular en la ciudad



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