Servitas





Venerable Orden Tercera de Siervos de María Santísima de los Dolores






La Orden en sí tiene un origen medieval, y su fundación primitiva tuvo lugar en Florencia. Se estableció en Málaga en 1695 en la primitiva iglesia que tuvieron los Clérigos Menores en la ciudad. Los Servitas conservan hasta nuestros días su característica impronta de seriedad y rigor. Servitas no es ninguna cofradía y, por tanto, no se encuentra agrupada, la orden está regida por un prior seglar. El 80% de los ingresos de los hermanos se destinan a obras sociales para los necesitados de la feligresía. El 20% restante es para el mantenimiento de la Orden. Están Vinculados desde 1739 por una disposición del Conde de Buenavista de reservar el derecho de patronato y presencia en la Iglesia de la Santa Cruz y San Felipe Neri donde tienen su sede canónica.


Parroquia de la Santa Cruz y San Felipe Neri. El origen está en las dos capillas que inicialmente el Conde de Buenavista edificó entre 1720-1730, donde estaba la ermita de San Felipe, al lado de su casa palacio de la calle Gaona. Una capilla subterránea y otra superior para la Escuela, más tarde ampliación de la Iglesia. Hizo donación de estas a la Escuela de Cristo en 1739, reservándose el derecho de patronato y la presencia de la Orden tercera de Siervos de María (Servitas) que quedó establecida aquí. Se abrió al culto en 1785 y posteriormente acogería a los Filipenses por primera vez en esta ciudad, ya que la capilla estaba dedicada a San Felipe y San Francisco de Sales, erigiéndose en parroquia en 1841. El proyecto era de Ventura Rodríguez, con fachada de diseño clásico y portada en dos cuerpos entre dos torres salientes. Las portadas laterales, tienen las formas de finales del siglo XVIII. La primitiva capilla en su exterior tiene los muros esgrafiados con decoración geométrica entrelazados en rojo y ocre que es usual en el primer cuarto del siglo XVIII. En el presbiterio hay un baldaquino de corte neoclásico, realizado en 1795 en mármoles policromos y madera, atribuido a José Martín de Aldehuela. Sobre el balcón del Coro, un escudo de la orden de los filipenses es el único resto de la caja del órgano que realizó Martín de Aldehuela. La capilla central la ocupa el retablo de la Orden Tercera de Siervos de María, realizado en el siglo XX, talla dorada del siglo XVIII.


Estandarte de la Virgen pintado por Celia Berrocal. Estandarte con el escudo de la Orden.



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